Una escuela infantil donde educar es cuidar y acompañar

En nuestra escuela, educar no es solo enseñar, sino acompañar, cuidar y respetar. Creemos firmemente en una Pedagogía del Corazón, donde el alumno es el centro, no como un receptor pasivo, sino como un ser único que merece ser mirado, escuchado y comprendido.

Desde el momento en que recibimos a cada niño y niña, buscamos que su llegada sea respetuosa y tranquila, cuidando también el momento de despedida de sus familias. A lo largo del día, se les ofrece un entorno cálido y seguro con propuestas pensadas desde sus intereses, necesidades y ritmos evolutivos.

Contamos con espacios cuidadosamente diseñados: rincones de juego simbólico, movimiento libre, interioridad, arte… ¡y mucho más! Los materiales, en su mayoría naturales, se inspiran en metodologías como Waldorf, Reggio Emilia, Pickler y Montessori, que valoran el aprendizaje autónomo y significativo.

Aprender con sentido, crecer con vínculos

Nuestra propuesta pedagógica se enriquece con enfoques como las Inteligencias Múltiples, el aprendizaje cooperativo, el pensamiento creativo, la estimulación temprana y la educación en valores a través de la pastoral. Nos gusta acompañar sin imponer, ofrecer sin dirigir y preguntar más que responder. El aprendizaje es un viaje compartido, no un destino fijo.

Además, fomentamos el vínculo con las familias a través de talleres y el vínculo con alumnos de otras edades con actividades como los Padrinos de Lectura, las celebraciones y el cuidado del huerto.

En definitiva, apostamos por una educación que nace del corazón, que pone la mirada en lo esencial: el respeto profundo a la infancia y la convicción de que cada niño y niña tiene un camino propio que merece ser acompañado con amor.

No te pierdas otras entradas de nuestro blog:

• Éxito en la PAU: 100% de aprobados y resultados por encima de la media de la UAM
• Un comedor renovado, un espacio para compartir y aprender
• Una escuela infantil donde educar es cuidar y acompañar
• Entre versos, creación literaria en primaria
• Lo esencial es invisible a los ojos: la pedagogía del corazón Spínola